![](https://morelos.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/d4ab3274-f933-46ee-b85d-987614fe4af0-107x70.jpeg)
Pagará Ayuntamiento de Jiutepec deuda por 11 mdp al SAT
CUERNAVACA, Mor., 27 de abril de 2014.- Vómito, la fiebre, el rechazo de alimentos, la diarrea y la deshidratación son los principales síntomas que registran los niños menores de cinco años ante un cuadro de infección gastrointestinal.
La doctora Sofía Araceli Leyva Jiménez, gastroenteróloga pediatra del Hospital del Niño y Adolescente Morelense (HNAM), explicó que los niños de uno a cinco años son el grupo más vulnerable, porque si el problema gastrointestinal no es atendido puede provocar una deshidratación severa y poner en riesgo la vida de los pequeños.
La especialista dijo que cuando la deshidratación es grave el niño pierde muchos líquidos y su orina disminuye por lo que aumenta el ritmo cardiaco y entonces sucede que el corazón pierde fuerza para bombear sangre al resto de los órganos. En estos casos puede presentarse un choque (hipovolémico) y provocar la inactividad de los órganos y en consecuencia el fallecimiento del paciente.
Leyva Jiménez comentó además que el rechazo de alimentos sólidos también ocasiona que los niños de uno a cinco años pierdan peso. Los síntomas son deshidratación, el paciente disminuye la cantidad de orina y ya no moja los pañales, su saliva es muy seca y pegajosa, rechaza los alimentos sólidos y prefiere líquidos, puede haber llanto sin lágrimas, hundimiento de los ojos y, específicamente, en el niño menor de un año la mollera (fontanela) está hundida. Además las extremidades como las manos y pies están muy fríos porque la sangre se concentra en otras partes del cuerpo.
La gastroenteróloga pediatra del Hospital del Niño y el Adolescente recomendó dar hidratación oral con el líquido que tengan a la mano pero de preferencia con un suero oral que contiene sales establecidas de acuerdo a la sangre, para tratar de disminuir las perdidas y compensar a los menores.
La doctora Leyva explicó que este grupo de niños es más vulnerable porque están bajo el cuidado de adultos que no se lavan las manos cuando hacen el cambio de pañales y preparan los alimentos de los pequeños. Además de que en varias estancias infantiles hay grupos numerosos de niños y las personas que cuidan a los pequeños no tienen cuidado con los biberones.
La doctora de consulta externa en el HNAM recomendó también a los padres de familia tener un manejo adecuado con los alimentos, porque en esta temporada de calor se fermenta y se descomponen, principalmente los lácteos, y su ingesta provoca intoxicaciones, vómitos y diarreas.
Recomendó cocer muy bien carnes para evitar el desarrollo de salmonelosis y subrayó la importancia de mantener refrigerados alimentos como lácteos y consumirlos en el momento.