En la marcha convocada para esta tarde por organizaciones ciudadanas lo primero que se pidió es que la clase política no asistiera, porque ellos no han cumplido tampoco con acciones que protejan a la población, y merecen el mismo desprecio que el gobernador.
Sin embargo, me parece que sería muy importante su presencia, porque, ellos son los representantes ciudadanos, ellos legislan o gobiernan para darle a la población que les dio su voto de confianza la seguridad de salir a la calle sin ser víctima de la delincuencia.
Deslindarse de la organización de la marcha es algo correcto, sin embargo, no lo es no participar, ellos tendrían que encabezar los reclamos ciudadanos, tendrían que caminar hombro con hombro y acompañarlos en la búsqueda de soluciones. Alejarse es lo más sencillo, asumir la responsabilidad del puesto que les fue conferido y trabajar en ello es el ideal de todo servidor público comprometido con su estado.
Uno de los factores que alejaron a la clase política de esta marcha fue que desde el gobierno del estado las voces clamaron que se trataba de una venganza política, de actos en los que le cobrarían altísimas facturas a Graco Ramírez por el apoyo recibido hace algunos años para quitar de la silla a Jorge Carrillo Olea. Y aunque los mismos organizadores lo negaron, diputados y alcaldes no se solidarizaron con ellos.
Aún no comienza la caminata y los daños a la figura del mandatario estatal no visibles, y no por venganzas personales, sino por los reclamos de la población que exigen cumpla con lo prometido, algo a lo que él mismo puso plazo y que hasta la fecha no se ha cumplido.
Han sido los ciudadanos organizados quienes con sus propios medios han buscado llamar la atención de autoridades nacionales para encontrar a alguien que pueda ayudar a resolver los graves problemas de inseguridad que privan en la entidad. Y es que con los deslindes y anuncios de no asistencia queda claro que los morelenses no cuentan con el apoyo de sus representantes en el Congreso del Estado, los puentes oficiales que ellos creían tener con la autoridad no existen.
Si en este acto, los representantes populares dejan solos a los ciudadanos, con qué cara podrán volver a mirarlos? Se atreverán a volver a sus distritos, a recorrer las calles y decirle a la población, yo soy su representante? Qué más podrán ofrecerles si hoy que los necesitan no están? El reloj avanza.