
Atiende Congreso de Morelos demandas de profesores
CUERNAVACA, Mor. 27 de marzo de 2014.- Para Jorge Carrillo Olea los números no mienten: Morelos está peor ahora que durante su gobierno (1994-1998).
“Cuando yo entregué el Gobierno, Morelos estaba en una escala descendente, en el 22 lugar de criminalidad.
“Bueno, pues el señor (Sergio) Estrada lo entregó en el octavo, o sea que, con dos años de Jorge Morales (Barud) y seis de Estrada subió del 22 al octavo. Y así hemos ido avanzando. Ahora estamos en el primero”, señala en entrevista.
De acuerdo con publicación de AM, en aquellos tiempos hubo siete secuestros y ahora, dice, hay noventa y tantos.
No obstante lo anterior, niega estar detrás de la marcha contra la inseguridad convocada para el 1 de abril, del robo de llantas a vehículos de funcionarios y de los secuestros supuestamente realizados para desestabilizar al Gobierno de Graco Ramírez.
“Son (las acusaciones) de un estúpido que no se las cree nadie. Simplemente, ¿voy a poner una refaccionaria para vender las llantas? ¿qué voy a hacer con ellas?. Se me adjudica una fuerza económica, política, moral e intelectual que no tengo.
“Pero como no tienen justificación, y como el nombre de Carrillo Olea es fácil de utilizar, hasta la forma, la pronunciación, pues: ‘adjudíquenle todo, todos los males del Estado dependen de esta especie de sombra, un ser así: peligroso, enigmático, tramposo’. ¡No’mbre!, estoy muy lejos de eso”, refuta.
De hecho, afirma que él mismo duda de la marcha.
“¿Qué seguirá después? Tengo muchas dudas. Pero creo que nada porque no hay líderes, los que están haciendo más ruido están aprovechando el momento para venganzas personales, para cobrarse agravios.
“Y mientras, ¿dónde están los 30 diputados?, los representantes del pueblo, ¿dónde están cinco diputados federales y dónde están los senadores? A mí me da pena ver su pasividad, su temor, su falta de integridad cívica, ¿dónde están los partidos?”, lanza.
Por lo pronto, el priista no se retracta de definir al Gobernador Graco Ramírez como un simple rufián.
“Con una gran ambición, con una falta de total respeto hacia la sociedad, y, en el caso de un gobernante es mucho más grave”, dice.
Sin embargo, acota, es un rufián que no protege al crimen en el Estado.
“Definitivamente sí (hay protección a bandas delictivas). Ahora ¿quién? ¿el Gobernador? No. No entremos por ahí porque es otra vez una argumentación muy simplista que no aguanta ni un análisis.
“Estoy hablando de policías y no hemos hablado de los orangutanes de la Policía judicial”, expresó.
Afirma además que la Procuraduría de Justicia del Estado está en lona, sin recursos para combatir al crimen, y que la Policía actúa como un cuerpo de bomberos que sólo reacciona ante delitos, pero no previene.
“Les ha faltado seriedad y creatividad”, afirma.