En la cúpula del poder se articular agravios contra México

En las más altas esferas, en la cúpula del poder, se articulan los agravios más arteros

contra nuestro México, quienes deberían defender las causas más sentidas de la

sociedad simplemente les dan la espalda, año tras año, sexenio tras sexenio, década

tras década, se señalan actos de corrupción, se ventilan historias increíbles que en

otras partes del mundo parecen de ciencia ficción, la mesa donde deben analizarse las

reformas, las soluciones, las acciones que permitan a la gente vivir mejor, ahí, sólo se

ve por la clase política, por sus pandillas, ahí, sólo se da la lambisconería, el negocio,

ahí el fruto de la democracia parece una monarquía de aquellas como las que inspiraron

revoluciones y derribaron muros tras los cuales se escondía la impunidad, la injusticia, el

despilfarro y la frivolidad.

Es claro que nadie le cree a un político, que somos víctimas de chistes y parodias, es

claro el abismo entre políticos y sociedad, es claro que no hay un punto de coincidencia,

no conozco a ningún político encumbrado que no sea millonario, incluso existen historias

de alcaldes de municipios muy humildes que salen ricos, los escándalos de corrupción en

nuestro país inclusive son practicados por quienes deben procurar justicia (Góngora

Pimentel) en las procuradurías, los ministerios públicos trabajan de mala gana, o en el

peor de los casos, se venden; un desolado territorio de impunidad, de injusticia, de

desesperanza es el que rodea a nuestro México, somos en muchos lugares ejemplo de lo

que una clase política no debe ser, muchos políticos se atacan, se señalan cosas

terribles, se desgarran en tribuna, pero muchos de ellos más tarde comparten el pan y la

sal, la cena de gala, el cumpleaños del secretario de estado, del líder camaral, o la mesa

de los politinegocios; hoy los negocios, los moches y endeudamientos en los estados,

forman parte de la verdadera vocación de la clase política, sin pudor se reparten y se

vuelven a repartir el botín, con una palmadita en la espalda se dan ánimos, sí, para seguir

saqueando al pueblo de México en nombre de su posición y de su falta de sensibilidad

para con más del 60% de mexicanos que viven al día, a quienes 5 pesos de aumento al

metro o a la ruta les afectan de manera directa en su gasto familiar, mientras en los

congresos y en los estados, se reparten cantidades millonarias, siempre se busca la

manera de recibir más en los congresos, en los gobiernos de los estados, y claro, en el

gobierno de la república; si nuestros legisladores pelearan así por un aumento digno en el

salario mínimo otra historia contaría nuestra clase trabajadora, de todos los escándalos

que hemos vivido en los últimos años sólo están en la cárcel los que no repartieron, los

que ofendieron al presidente y sus secuaces o aquellos que jamás se rectificaron con los

EN LA CUPULA DEL PODER SE ARTICULAN LOS AGRAVIOS CONTRA

lineamientos que les marca su código de honor y hoy debe preocuparnos más que nunca;

como lo comenté al inicio, gobiernan los que ya hundieron a México una vez, pero ahora

vienen con sus pupilos, sí, hechos a su imagen y semejanza, que no por jóvenes dejan de

ser ladrones, insensibles y cómplices del gran atraco a México, ejemplos hay muchos,

soluciones no tantas, es hora de iniciar un cambio de fondo, una verdadera

transformación, la clase política requiere no de una sacudida para que se caigan las

manzanas podridas del árbol, se requiere derribar el árbol y sembrar otro, y que esos

frutos nos den el nuevo rumbo de México.

Que de una vez por todas sean ciudadanos honrados los que reorganicen el destino de

nuestro país, también debemos reconocer que en las diferentes fuerzas políticas existen

mujeres y hombres que realmente anhelan una verdadera transformación, políticos

que son excepción y que se conducen con decoro y convicción por lo que realmente

demanda la gente, que aunque son pocos, pelean en los congresos o ayuntamientos

de manera digna y con el único compromiso de defender los intereses de la población,

imaginemos más de estos políticos junto a ciudadanos comprometidos, todo lo que

podrían cambiar en México, imaginemos pues, una clase política al servicio de la gente,

instituciones transparentes, sin corrupción y donde no haya lugar a la impunidad, que a

diferencia de lo que ocurre ahora, se tomen decisiones que sólo tengan como finalidad el

engrandecimiento de nuestro país, de su gente.

Falta mucho por hacer, pero no podemos permitir que quienes deben defender el

patrimonio de la gente y velar por el futuro de las nuevas generaciones, sólo construyan

imperios llenos de codicia, corrupción e impunidad, en donde el ciudadano no representa

más que impuestos, donde sólo viven bien los políticos de siempre, donde las grandes

reformas sólo sirven a los intereses de unos cuantos, donde un puñado de hombres

deciden los destinos de un país sin conocer la opinión de las masas, donde si no hay

dinero o poder, la justicia no existe, donde ser mexicano cada día cuesta más, hoy más

que nunca debemos procurar cambiar de rumbo, informarnos más, exigir más, participar

en la actividad política más, o estaremos dejando nuevamente el camino libre a esta clase

política que cada vez que toma una decisión lo hace con la finalidad de agraviar a nuestro

México, pero sobre todo, a su gente, hoy más que nunca se requiere de una nueva clase

política.