Considera SS necesario mantener informada a la población sobre el cáncer

CUERNAVACA, Mor. 4 de febrero de 2014.- El cáncer se mantiene como la tercera causa de muerte en México y cada año se detectan 128 mil casos nuevos, con base a información obtenida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La Secretaría de Salud del Gobierno de Morelos fortaleció acuerdos para disminuir el riesgo de padecer cáncer, como mantener una capacitación continua a personal Médico de 1º Y 2º nivel de atención, para la detección oportuna y el tratamiento en la infancia y la adolescencia, promover hábitos saludables, identificación de factores de riesgo e inmunizarse contra el virus de la hepatitis B y del papiloma humano.
Cada 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, y este año la conmemoración se enfocó a desacreditar los mitos que rodean a la enfermedad como: “No necesitamos hablar sobre el cáncer”, El cáncer no tiene signos, ni síntomas”, “No hay nada que se pueda hacer contra el cáncer” y “Yo no tengo el derecho a la atención del cáncer”.
La percepción de la población ante un diagnóstico de cáncer es la de una muerte inminente; sin embargo, los nuevos tratamientos permiten la sobrevivencia con la ayuda de médicos especialistas como oncólogos, algólogos (especialistas en el tratamiento del dolor), psicooncólogos y rehabilitadores.
En Morelos, durante 2011 del total de egresos hospitalarios por tumores, 46.7 por ciento son por tumores malignos; en la población infantil y joven (menores de 20 años), la proporción de egresos hospitalarios por neoplasias malignas en relación con los tumores en general es más alta que en la población adulta (83.2 y 39.4por ciento, respectivamente).
El Cáncer infantil es el resultado de mutaciones múltiples en el ADN de las células tumorales. Las mutaciones que contribuyen al desarrollo del cáncer afectan a tres clases de genes: oncogenes, genes supresores de tumor y genes de reparación del ADN.
En cuanto a la prevención, el diagnóstico oportuno constituye el elemento esencial, un diagnóstico tardío disminuye las posibilidades de curación y aumenta los riesgos derivados de un tratamiento más agresivo.