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Exalcalde de Cuernavaca sale de prisión… para irse a arraigo domiciliario
CUERNAVACA, Mor. 10 diciembre de 2013.- Luego de 28 años de ausencia, finalmente el pasado 17 de septiembre, los padres de Édgar Tamayo Arias, el morelense sentenciado a muerte en el estado de Texas por el supuesto asesinato de un policía en 1994, pudieron tener contacto físico con él y darle un abrazo, luego que durante un audiencia, un juez federal de aquel estado se los permitiera”.
Así lo relató Pablo Antonio Castro Zavala, presidente de la Confederación de Asociaciones y Clubes de Morelenses de Estados Unidos y Canadá, quien este martes anunció en Cuernavaca, la puesta en marcha de la campaña “Salvemos a Édgar Tamayo de la pena de muerte”.
El activista morelense, radicado en Estados Unidos desde hace varios años, quien encabeza los esfuerzos por “rescatar” al oriundo del municipio de Miacatlán, refirió que las autoridades “a nivel federal ya están al tanto del caso, han estado enviando oficios al gobierno de Estado Unidos para pedirles que tengan clemencia que se aplace la ejecución, para que los abogados tengan más tiempo de presentar nuevas evidencias a favor de Édgar”.
Lamentó que aunque ha buscado comunicación con el Gobernador, “no hemos recibido llamada alguna, hemos hablado a su oficina pero no nos han contestado”, sin embargo, refirió que el área encargada migrantes en el estado, “a través de Edith Espejo, ha estado al pendiente del caso”.
Asimismo Castro Zavala informó que el 31 enero 2014, Édgar cumple 20 años preso en la cárcel de Huntsville Texas y refirió que en próximos días él tendrá comunicación con el Cónsul General de Houston en Texas, Luis Malpica y de la Madrid, “quien nos ha ayudado ejerciendo presión”.
Cabe mencionar que Édgar Tamayo Arias es acusado de haber matado a un policía en la ciudad de Houston, el 31 enero de 1994. Al morelense lo declararon culpable de haberle disparado al agente, a pesar de que al momento del crimen él estaba esposado, de que nunca se encontraron sus huellas en el arma homicida y de que diera negativo en la Prueba de Harrison, además, la persona que lo acompañaba testificó en su contra para que le redujeran su sentencia.
Los abogados que llevan el caso del morelense sentenciado a muerte alegan que se violaron sus derechos como ciudadano extranjero al no permitir que tuviera comunicación con autoridades consulares cuando fue declarado culpable.