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Exalcalde de Cuernavaca sale de prisión… para irse a arraigo domiciliario
CUERNAVACA, Mor. 25 de noviembre del 2013.- “Si él (Édgar “N”, alias El Ponchis) abriera la puerta de su corazón pudiera experimentar el amor y la cercanía de Dios y si alguien lo ama es él, pero nunca le va a imponer su amor, sólo le digo que le abra la puerta”, dijo el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, a “El Niño Sicario”.
Lo anterior, se da ante la declaración de “El Ponchis” de que no cree en Dios, según información del Diario de Morelos.
Édgar “N” fue recluido hace tres años en el Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA) por diversos delitos y en unos días más, aún con la minoría de edad, será puesto en libertad.
El Obispo de Cuernavaca comentó: “He ahí las consecuencias de no creer en Dios, un corazón alejado de Dios pierde el valor de la vida, no tiene valores que le hayan sido infundidos en respeto de todo aquello que es y significa la vida y la familia”.
Ayer, al término de la misa dominical, Monseñor lamentó que el menor de edad quizás sea una persona que ha sufrido mucho, “un niño cuya familia de alguna manera habrá tenido problemas serios y no hubo alguien que le enseñara, que lo guiara”.
Consideró que es necesario que a Édgar “N” tenga cerca a persona que le infundan valores y amor, de lo contrario, es difícil que cambie, y destacó que su caso “es una prueba de lo que significa no creer en Dios y las consecuencias que puede traer”.
Ramón Castro insistió en que la falta de amor y cariño ha llevado a muchas personas al deseo del dinero fácil, pero pidió que “piensen en la posibilidad que tienen de recomenzar su vida, de arrepentirse, de convertirse. Creo que tienen la posibilidad y para el corazón de Dios nunca es tarde, ojalá que hubiera un eco en su corazón, y les aseguró que habría más paz y tranquilidad en su vida”.
Por último, el jerarca católico Ramón Castro Castro, en el Día de Cristo Rey, llamó a los fieles a formar parte del reino de Dios pero dejando atrás el individualismo, la envía, el rencor, el orgullo, la guerra y la violencia y formar un reino de paz y amor.