Caen 43 secuestradores, en cuatro meses

En Morelos, “el secuestro se disparó por el desmantelamiento de las bandas del narcotráfico (…) es una respuesta al descabezamiento (de las bandas) y a la falta de abastecimiento de droga”, externó el mandatario, y atribuyó el aumento en el número de casos de secuestro a que las víctimas “ya están denunciando”, contrariamente a lo que sucedía anteriormente.

“Antes no había confianza en las autoridades, ahora sí hay confianza… la gente está denunciando; estamos actuando y la gente denunciando porque no ven a un gobierno omiso ni cómplice”, externó el perredista al salir al paso a las versiones de cúpulas empresariales y partidos políticos que refieren que más que un caso de “percepción”, el delito de secuestro mantiene a la entidad en los primeros puestos a nivel nacional en dicho delito.

Frente a esta percepción, el gobernador aseguró que los datos más recientes del secretariado técnico del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) indican que entre agosto y septiembre, el delito de secuestro descendió a la mitad, no obstante, los número continúan por arriba a lo deseable: 22 secuestros en agosto y 11, en septiembre.

Aseguró que las bandas del narco desmembradas o desarticuladas “están tomando otras actividades (para sobrevivir): roban vehículos, roban llantas”, por lo que el secuestro también es una acción deriva del combate directo a las bandas del narcotráfico.

De acuerdo a datos directos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), las autoridades han logrado descabezar detener o desarticular a células dedicadas al secuestro como son Los Rojos, Guerreros Unidos, Los Kevín, Los Fresas, Los Santa María, El Palafox, Los Arreola, Los Carpintero, Los Vtal, Los Torres o El Tavo, ente otros.