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CUERNAVACA, Mor. 1 de enero de 2014.- Ramón Castro Castro, obispo de la Diócesis de Cuernavaca, hizo una invitación a los más de 500 feligreses que acudieron a la ultima misa del año para “reflexionar, hacer un balance de lo pasado en 2013 y proyectar nuestra mirada hacia el futuro”.
El obispo de Cuernavaca admitió que “quizá 2013 nos deje un sabor agridulce, principalmente por la violencia, la inseguridad y el miedo que priva en nuestras calles”, sin embargo recordó a su feligresía que “hay una paz que nada ni nadie nos puede quitar, y esa es la paz de Cristo”.
En esta celebración eucarística de fin de año, la homilía del jefe de la curia católica morelense giró en torno a dos temas: el tiempo y la fe, tópicos que relacionó al parafrasear al autor Herman Hess: “en cada comienzo hay algo maravilloso que nos ayuda a vivir y nos protege”.
Asimismo, Castro Castro exhortó a los ahí presentes para “renovarse en la fe de Cristo” y planteó dedicarle tres palabras: “gracias, ayuda y perdón” y detalló: “gracias por la paz en nuestros corazones; ayuda para vivir con fe, esperanza y en caridad y perdón por nuestro orgullo y nuestra soberbia”.